Fumo humo y exhalo mariposas

miércoles, 2 de febrero de 2011

Sartoulou (3)


Alguien: Iba a ser su último concierto y las entradas volaron el primer día de venta, todos queríamos estar en primera línea así que hice fila desde las cuatro putas del amanecer hasta la estampida que nos precipitó al interior del recinto.

Aaron: Me difuminó entre el gentío a la espera del inicio del primer concierto de la mejor gira del año, en la línea de lo censurado y lo caliente.

Alguien: Son las 20:10 faltan dos horas para el concierto y esto está que arde, para variar, la gente al tacto fría, el ambiente caliente.

Sartoulou: Estoy preparado. Estamos preparados. Voy, vamos a demostrar que puedo, podemos, hacer temblar un alma, dos, diez y un estadio entero. Puedo, podemos conseguir que un punteo les lleve a la locura, provocar un volcán de frenesí en un estadio con un mero riff, miles de aullidos de éxtasis con un rasgueo, alinear todos los relojes y latidos en un solo pulso, un tic un latido, contratiempo, el reloj se desboca, el corazón también. Puedo, podemos hacer estallar cada una de las emociones de cada una de quienes llenan el estadio, creando una melodía infernal con la chispa que es una única nota que vibra en el vacío. (Centramos vista)

Aarón: La espera, las ganas, los latidos, los relojes, el deseo joder, todo hace que cada segundo parezca un día en el desierto. Nadie la había visto, algunos comentaban de cómo podía ser, de su aspecto, de su cuerpo… Nadie la había visto nada, nadie sabía nada.
Ahora la tengo delante.

Sartoulou: Se oyen las voces, todas me aclaman, joder, tengo miedo. Shabi está a mi lado, está más nervioso que yo y no se da cuenta de que eso no me ayuda. “Ella”parece tranquila, serena, como la luna llena sin estrellas en el cielo. En algún momento de mi nerviosismo, ella brilla, un pequeño destello, hay gente que pensaría que fue el reflejo de la lámpara que acababa de mover Shabi, pero yo sabía que me había guiñado un ojo. Y con el guiño mis nervios se fueron  y estaba preparado para guiñarles el ojo o para brillarles a todos.

Aaron: Parece que tarda, debe estar nervioso, joder, es normal, yo también lo estaría…Bueno, no. La gente se impacienta, todos aclaman a “Stringer” todos esperan la primera nota, esa que te hace temblar.

Sartoulou: Ya, es el momento, ella me lo pide.

Aarón: …Aparece su figura por encima del escenario, se apagan las luces.

Sartoulou: Se apagan las luces… estos de escenografía…

Aarón: Comienza a brillar una luz que se acerca, poco a poco, paso a paso, latido a latido, tic a tac, todos lo sienten. 
 
Sartoulou: Ella parece brillar, con luz propia, ajena a mi.

Alguien: ¿Pero qué cojones es ese brillo?

Aarón: En contraste con ella se dejaba sentir un segundo personaje principal, otra energía, otra luz que no brillaba, otra fuente de calor que se sentía en el corazón y no con los ojos.

Sartoulou: Todos la miran, expectantes, esperando que ruga, que grite, que caliente.

Alguien:…No dice nada…Ggnnn

Aarón: Me fijo en la gente, todo está a oscuras, demasiadas bocas abiertas, nadie está del todo consciente de lo que está pasando, como cuando ves la tele y aún apagada, te controla.

Sartoulou : Todos están boquiabiertos… pero ahora es mi turno, nuestro turno y se les va a caer la mandíbula al suelo.

Aarón: Es la hora, púa en mano suena el BANG que marca la salida.

Alguien: ¡Va a comenzar!

Sartoulou: Dejanos  llevar, “Tú”. Vamos a hacer que el calor nos envuelva, me acuerdo de la primer vez que te vi, y de la última vez que hice el amor con Shabi, vamos a hacer que ardan aqui dentro.

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