Sartoulou, el mejor guitarrista que ví en años, su historia larga y comenzó así .Daniel Sartoulou , le llamaban “Stringer” un apodo absurdo para un guitarrista; dudo que los críticos que se lo pusieron conocieran su orientación sexual, suelen ser más temibles todavía cuando se trata de homosexuales. Según ellos Sartoulou era una de las revelaciones del siglo XX a nivel mundial. Entonces todo cambió, Francia fue condenada a ser congelada bajo la presión de los témpanos, miembros del partido FRÍO. Cuando la música, pasión de muchos y obsesión de otros, paso a ser un tabú nacional, Sartoulou formó parte de el CPA (Comité pro arte) y no se dejó someter por los témpanos, que le dieron un ultimátum para que abandonara la gira que tenía en toda Europa.
Sonó el teléfono, de madrugada, a una hora sin concretar.
Sonó el teléfono. Sabih fue a coger el teléfono.
-¿Señor Sartoulou?-
-Si, un momento- le acercó el teléfono a Sartoulou- Cariño, es para ti.
- ¿Quién coño será a estas horas?- Cogió el teléfono- ¿Si?
-Señor Sartoulou, sabe de sobra que ningún miembro del partido pretende hacerle daño…- Sartoulou nada más escuchar la voz ya se estaba cagando en su puta madre- pero usted también es consciente del peligro que supone para nosotros, para la imagen de Francia, que usted mantenga su gira y siga tocando ese horrible artefacto musical con seis cuerdas…-
-Guitarra, se llama guitarra… Señor...-
- Lloyd… Pues eso, esa… “guitarra” produce, al menos en mi, un escalofrío que recorre todo el cuerpo…
-Si, en mi también produce esa sensación pero creo que diferente a la de usted, Señor Lloyd- Sartoulou le insultaba a gritos mentalmente - A mi me da sensación de calor, un escalofrío calorífico, un “escalorífico”.
-Esa palabra no me agrada especialmente, como creo que ya sabrá- Intensificaba la voz. El Señor Lloyd comenzaba a cabrearse…
- Perdóneme, Señor Lloyd- Voz alta, esbelta- Aunque quizá por eso lo he dicho- Voz baja, débil, entre la garganta y el suelo.
- Bueno, entremos en materia…-
- ¿No se lo está pasando usted bien hasta ahora, Señor Lloyd?
-… ¿Sabe?, nos ha llegado información acerca de Shabi ese amigo, tan amigo suyo… - Shabi estaba leyendo en una esquina del salón -Tal vez, ahora que se ha censurado la música por el bien del país, sería una gran desgracia que Francia en particular y el mundo en general se enterara de su orientación sexual; su carrera se vería claramente afectada… Eso, por no mencionar el tema de las drogas… Hay fotos, videos suyos y no sólo drogándose… -
-¿Con qué me vas a atacar ahora?- A medio camino entre el susurro y el pensamiento.
- ¿Cómo se llamaba?... “Bande Électrique”
- Si, ¿y?- Sartoulou comenzaba a respirar fuerte pero sin producir sonido alguno.
- Creo que en sus años jóvenes, cuando pertenecía a ese grupo no eligió bien los componentes, ahora no están, ¿Cómo decirlo? En su mejor situación ¿Social, económica quizá…
- Desde mi punto de vista creo que les ha pasado lo mismo que espero que le pase a usted. Pero, sorpréndame, ¿Qué les ha pasado? – Nerviosismo oculto tras la serenidad.
- Dejémoslo en que no están en su mejor situación… Bueno, tenemos suficiente material para… ¿Cómo decirlo?...
- ¿Joderme?
- Nunca lo habría dicho así, pero ha captado la idea a la perfección, Señor Sartoulou. En fin, tanto yo como el partido esperamos que cancele inmediatamente la gira y que, por supuesto, no abandone, bajo ningún pretexto el país, pues queremos velar por su seguridad.
- ¿Ahora se llama así? Pensaba que se llamaba Frío- Sartoulou sabía cómo jodía la palabra Frío a alguien que lo empleaba para dominar un País.
- Sabe de sobra, Señor Sartoulou que el término “Frío”, como lo llaman ustedes, miembros de la CPA, se aleja completamente de la realidad. El término adecuado es “Luz Verdadera” pues refleja el futuro prospero de nuestra gran nación, Francia.
- ¿Sabe qué? Música y arte- Cuelga
Pi pi pi pi – Ya nos veremos, Señor Sartoulou.
Sartoulou comenzó a caminar por la habitación Shabi se interesó por la conversación que acababa de mantener.
-Es un completo imbécil.
-¿Qué?
-Necesito dos cosas buenas: un buen limón y un buen vaso de tequila…Puto imbécil.
-¿Quién?
-El témpano. Me ha dicho que deje la gira…
-Ponme un tequila a mí también.
-¡Quiere cerrar mi garganta y sellar mis labios, quiere que me corte las manos! Antes de eso prefiero coger un “Vuelo de Altura” con destino “Asfalto”; antes de eso: Sepultura.
-¿De qué narices estás hablando?
-Que están desprestigiando la música, irán a por ti. Me han dicho que cancele la gira. Pero se ha encontrado con la horma de su zapato; necesitamos la música, necesitamos el arte, necesitamos sentir, es más valioso que cada bocanada de aire que te mantiene en pie.
-No te pases. Yo prefiero la vida, la vida junto a tí aunque tengamos que traicionar nuestra manera de vivirla.
-No traiciones a tu integridad. No dejes que te lo roben, Sashi; pase lo que pase, tu SENTIR es tuyo, ¿me oyes? Eres sentidos. Tu oído: déjate acariciar por el adormecedor arrullo de mamá. Tu tacto: piérdete en el radiante abrazo de mamá. Tu olfato: rastrea el dulzor de la fuente de comida de mamá. Tu gusto: déjate extasiar por el crepitante fluir de la leche de mamá. Tu vista: permite a la hedienta figura de mamá abrirse paso, como imagen prima (primera), a través de tus párpados. …¿Serías algo sin todos ellos? ¿Qué te quedaría?
NADA, absolutamente nada
Arráncate tu oído, tu tacto, tu olfato, tu gusto, tu vista. ¿Qué te queda?
En una plaza de Tolouse, lejos de cualquier rebelde, el Señor Lloyd estaba dando una conferencia…
“Deshazte de los sentidos, vuestros parte más mundana y terrena, los placeres visuales y de la carne, el pérfido arte y la del amor:¿Qué te queda? Te vuelves intangible, liviano, puro, perfecto y queda tu QUINTAESENCIA.” – Es todo lo que el Señor Lloyd decía, vomitaba palabras no sentía.
Por dentro, el Señor Lloyd pensaba algo diferente, contrario y paralélelo, opuesto y vertical.
NADA
Arráncatelo todo. Arráncate del MUNDO. Y si vuelves, intenta contarme… algo.
Eres NADA, un objeto minúsculo, inanimado. Tan ínfimo que llegas a tornarte en un “algo” despreciable. Ni siquiera sabes LO QUE ERES, tú, sí, ese “algo” despreciable. Y de ese “algo” tan despreciable no te pertenece ni la “a”.
Se acaba.
Cierra el libro.
Sólo hay hojas vacías.
Ni comas, ni puntos.
Hojas en blanco.
NADA
Así sólo comenzó, terminó como terminan estas cosas.
(Gracias al gran Javier Herranz, gran persona y mejor guitarrista, ¡ya tu sabes!)
(Gracias al gran Javier Herranz, gran persona y mejor guitarrista, ¡ya tu sabes!)
¿Qué te queda? Nada.
ResponderEliminarGran, gran Sartoulou :)