Te amo
Menos mal que hoy no es un día especial, menos mal que ni si quiera es de día, menos mal que hoy es una puta noche cualquiera.
Y ¿Qué más da?
Que mas da si tengo a mano una guitarra.
Que más da si podemos jugar a que esa guitarra es tu cuerpo de caoba y tu espalda musical.
Me da igual pasarme una noche mirando el techo negro de mi habitación, me da igual mi cabeza en tinta, si puedo pintar el techo de colores y mi cabeza te respeta.
Que mas me da si podemos inventarnos un mundo sin movernos de tu cama, podemos reinventarnos, en tu pasillo, en tu cocina…pero sin movernos de tu cama, puede que sea el colchón que no nos mata ni nos da la espalda, pero nos secuestra y nos envuelve.
¿Quieres sacar mí mejor yo?
Reinventemos nuestro mejor yo y tu, pero nunca nosotros.
Me da igual si eres niña psicópata o niña suicida.
El factor común, quieras o no, es ser niña, y como buena niña, te seguiré timbrando para que bajes a jugar a los cajones de arena, a los columpios, peligrosos o no, crearemos aventuras pero sin movernos de tu cama.
Y ya está, no soy ni la sonrisa que amanece cada día, ni la lágrima que se despide de noche.
Tampoco soy mi mejor mi, ni mi mejor yo.
Soy algún lobo con fachada de joven y corazón de viejo que, si sonríe se le ven tanto los dientes que te traga.
Y no eres la caperucita que se escapa de los bosques.
Pero ¿sabes?
Me gusta este cuento en el que no soy ni un personaje ni varios, soy lo que soy, y lo que quiero ser.
Y si se quiere cambiar, se entra en metamorfosis y se cambia.
Menos mal que hoy no es un día especial, menos mal que ni si quiera es de día, menos mal que hoy es una puta noche cualquiera.
Y ¿Qué más da?
Que mas da si tengo a mano una guitarra.
Que más da si podemos jugar a que esa guitarra es tu cuerpo de caoba y tu espalda musical.
Me da igual pasarme una noche mirando el techo negro de mi habitación, me da igual mi cabeza en tinta, si puedo pintar el techo de colores y mi cabeza te respeta.
Que mas me da si podemos inventarnos un mundo sin movernos de tu cama, podemos reinventarnos, en tu pasillo, en tu cocina…pero sin movernos de tu cama, puede que sea el colchón que no nos mata ni nos da la espalda, pero nos secuestra y nos envuelve.
¿Quieres sacar mí mejor yo?
Reinventemos nuestro mejor yo y tu, pero nunca nosotros.
Me da igual si eres niña psicópata o niña suicida.
El factor común, quieras o no, es ser niña, y como buena niña, te seguiré timbrando para que bajes a jugar a los cajones de arena, a los columpios, peligrosos o no, crearemos aventuras pero sin movernos de tu cama.
Y ya está, no soy ni la sonrisa que amanece cada día, ni la lágrima que se despide de noche.
Tampoco soy mi mejor mi, ni mi mejor yo.
Soy algún lobo con fachada de joven y corazón de viejo que, si sonríe se le ven tanto los dientes que te traga.
Y no eres la caperucita que se escapa de los bosques.
Pero ¿sabes?
Me gusta este cuento en el que no soy ni un personaje ni varios, soy lo que soy, y lo que quiero ser.
Y si se quiere cambiar, se entra en metamorfosis y se cambia.
(Y si, tienes un puto problema, niñasuicida, y te encanta tanto como no lo soportas.
Y me encanta tanto como no lo soporto.
A veces tu puta niña suicida, me asesina y me degolla, otras veces, me pide que me quede entre tus sábanas, y otras nos desea feliz no cumpleaños cada cuatro.)
Y me encanta tanto como no lo soporto.
A veces tu puta niña suicida, me asesina y me degolla, otras veces, me pide que me quede entre tus sábanas, y otras nos desea feliz no cumpleaños cada cuatro.)
Menos mal que esto no es un texto de amor (Aunque comencé todo esto con un “Te amo”)
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