Y eso y nada.
Sigue teniendo miedo al blanco.
Sigue teniendo miedo a dormirse sin nada de fondo.
Sigue teniendo miedo a no dormir.
Sigue siendo un insomne.
Sigue teniendo ojeras.
Sigue buscando grupo.
Sigue queriendo tocar todos los instrumentos del universo.
Sigue echando de menos al Chico Fauces.
Y da igual.
Ahora hasta le duele su canción favorita.
Todo le recuerda a la nada, todo lo tergiversa.
Es negro, como el carbón, como se imagina que son sus ojos.
Negro, estiércol.
Quizá porque pienso que es más.
Y da igual.
Sigue buscando una forma de expresarse.
Desea que sea la música.
Quizá lo necesita para decir todo lo que tenga que decir.
Y da igual.
Quiero que duela recordar.
Quiero que desaparezca el olvido.
Quiero que queme.
Y da igual.
Quiero querer.
Sin tabúes.
Sin nada más.
Y da igual.
Pero todo es recuerdo.
Todo duele.
Nada desaparece.
Y quema. (Como las marcas de los cigarrillos recién hechas en tu piel.)
Y da igual.
Doy igual
Me doy igual.
Me duele.
Me quema.
Y no desaparezco.
Y da igual.
Ta ta chan tachaaaaan..
Jugar a que nada importa.
Aprender a que nada importa.
Y eso y nada.
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